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Pedro Alves Correia Neto

Director del Departamento de Reforestación y Recuperación de Áreas Degradadas del Ministerio de Agricultura y Ganadería

OpCP73

El camino de la armonía

Coautores: Jaíne Ariéli Cubas, Coordinadora General de Desarrollo Forestal y Fernanda Borges de Lima, Coordinadora de Recomposición Forestal, ambas del MAPA

El sector forestal brasileño puede definirse como diferentes cadenas de bienes y servicios provenientes de los bosques que trabajan en sinergia, produciendo y protegiendo, buscando un ajuste entre la sostenibilidad de los ecosistemas y la conservación de los recursos naturales, considerando también la rentabilidad.

Los bosques plantados representan, además de la producción de productos madereros y no madereros, el fomento y generación de empleos directos e indirectos, aumento de ingresos para la comunidad local, recuperación de áreas degradadas y coloca al país en el foco de la economía mundial. como el mayor productor y exportador de celulosa y papel actualmente.

La realidad de las plantaciones no disminuye la grandeza de los bosques nativos. Contamos con la mayor superficie cubierta de bosque tropical del mundo, con énfasis en la Amazonía, donde además de madera, es fuente de frutas, aceites, resinas, entre varios otros productos de gran consumo en el mercado interno y externo ya sea para consumo en fresco o para la producción de productos farmacéuticos y cosméticos. No podemos olvidar la inmensa capacidad de captura y almacenamiento de carbono.

En los últimos años, los temas forestales han mostrado una importancia significativa a nivel mundial, principalmente debido a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Dado el potencial y la importancia del sector forestal, nos enfrentamos a esfuerzos para crear e implementar políticas públicas para la gobernanza forestal. Estos esfuerzos dieron como resultado una de las legislaciones más completas y restrictivas en materia de preservación y conservación de la vegetación nativa, como lo es el Código Forestal.

No sólo somos una potencia forestal, sino también agrícola. Nos destacamos como un gran productor de alimentos, donde en los últimos 40 años el país pasó de ser un importador de alimentos a convertirse en un gran proveedor del mundo. Se lograron aumentos significativos en la producción y productividad agrícola, convirtiéndose en uno de los principales actores de la agroindustria mundial. Hoy en día se produce más por cada hectárea de tierra, un aspecto muy importante para la conservación de los recursos naturales.

Sin embargo, podemos avanzar mucho difundiendo cada vez más una gestión consciente y sostenible. Podemos valorar la biodiversidad y el potencial económico de los productos forestales, abandonando el enfoque meramente exploratorio hacia un modelo de producción capaz de conciliar el capital natural con los beneficios sociales.

Actualmente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería cuenta con el Departamento de Reforestación y Recuperación de Áreas Degradadas, el cual, entre sus responsabilidades, trabaja por el desarrollo forestal, promoviendo el aprovechamiento sustentable, estimulando los encadenamientos productivos forestales, promoviendo la economía básica forestal en todo el territorio nacional. Esto ha proporcionado impactos positivos en los aspectos sociales, económicos y ambientales. También tiene como objetivo planificar e implementar una política agrícola para bosques plantados y así integrarla con otras políticas y sectores de la economía.

Una iniciativa del Departamento de Reforestación y Recuperación de Áreas Degradadas es crear un plan estratégico para aumentar 4 millones de hectáreas, alineando los esfuerzos de ampliación de bosques plantados con las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, con la plantación de árboles con fines comerciales en áreas de pastos degradados, áreas aptas para recibir reforestación, considerando la logística, el agua, el suelo, el clima, además de inducir y apoyar la recuperación productiva en áreas de pasivos ambientales en las unidades de producción agrícola.

Queremos crear un diálogo con empresas del sector de bosques plantados maderables y no maderables, para explorar sus necesidades, desafíos y puntos débiles. Crear alianzas Público-Privadas, con el fin de promover la cooperación entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el sector privado, atraer inversiones destinadas a promover los bosques plantados (incluidos los productos no maderables) y ratificar la asignación de recursos financieros de empresas interesadas en demostrar su preocupación por la agenda ambiental, social y de gobierno corporativo del país.

Además, las empresas patrocinadoras pueden recibir un “título verde” del gobierno, que hace pública su participación y fortalece su imagen en el mercado nacional e internacional.

Según el Informe El estado de los bosques del mundo 2022, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, hay tres caminos basados en esto: detener la deforestación y mantener los bosques; restaurar tierras degradadas y fomentar la expansión de la agrosilvicultura; y el uso sostenible de los bosques mediante la construcción de cadenas de valor verdes. Estamos en el camino de lograr la armonía y lograr un uso sustentable y construir cadenas que produzcan y conserven.