Los bosques plantados juegan un papel fundamental en la economía de Brasil y en la protección del medio ambiente. Debido a las condiciones edafoclimáticas y al nivel tecnológico adoptado, el sector forestal brasileño es uno de los más competitivos del mundo.

La ocurrencia de enfermedades es un factor limitante para la producción del sector. La reducción de la productividad forestal atribuida a las enfermedades de las plantas debe ser considerada desde el punto de vista de la cantidad (reducción de la producción en número, peso, volumen) y de la calidad (de los productos, mayor costo con los reactivos, etc.), lo que genera grandes pérdidas, (pérdidas en reales) tanto para los productores como para la sociedad.

Se estima que las enfermedades de las plantas son responsables de daños anuales del 15 al 20%, en algunos casos hasta el 100%. La aparición y desarrollo de una enfermedad resulta de la interacción de tres factores: planta susceptible, agente patógeno y factores ambientales favorables, formando el triángulo de la enfermedad. El medio ambiente es un componente relevante en esta interacción, e incluso puede prevenir la aparición de la enfermedad incluso en presencia del huésped susceptible y el patógeno.

En la visión holística de las relaciones patógeno-huésped-ambiente y la acción humana, el foco está en la enfermedad y los principales factores relacionados con su desarrollo. En los segmentos ultraperiféricos hay elementos importantes (sociedad, economía y ecosistema), que son influenciados por la enfermedad. El hombre está en el segmento intermedio, como agente modificador del sistema.

La palabra epidemiología tiene un origen griego, donde epi significa “sobre”, demos significa “pueblos”; y logos significa “estudio”. Entonces, la epidemiología sería una ciencia de poblaciones. En fitopatología, el mismo término se usa en un sentido más amplio. Las poblaciones importantes para la epidemiología de las enfermedades de las plantas son las del huésped, por un lado, y el patógeno, por el otro. El contacto de estas dos poblaciones da lugar a una tercera población, la de las lesiones.

El ambiente interfiere con el desarrollo de las tres poblaciones. Finalmente, el hombre interactúa cada vez más con todas estas poblaciones y, en consecuencia, sufre sus efectos (crecimiento rápido de lesiones). Si todas estas interacciones ocurren de manera coordinada, la población de lesiones puede desarrollarse muy rápidamente y la enfermedad puede dañar los cultivos. Este crecimiento puede ocurrir tanto en el tiempo como espacialmente en el área.

Cuando esto ocurre, decimos que ha habido una epidemia de la enfermedad en cuestión. Epidemia se define, entonces, como un aumento de la enfermedad en una población de plantas en intensidad y/o extensión, es decir, un aumento en la incidencia o severidad de la enfermedad y/o un aumento en el área geográfica ocupada por la enfermedad.

La epidemiología tiene un aspecto académico en el que se busca comprender el comportamiento de la enfermedad en el tiempo y el espacio, identificando, por ejemplo, cuáles son los tiempos favorables y desfavorables para la ocurrencia de determinada enfermedad, cuál es el origen de determinada enfermedad y cómo se difunde en la zona, entre otras informaciones.

A partir de ahí, tenemos la vertiente aplicada, basada en la resolución de problemas, en la que la información obtenida por la vertiente académica se utilizará para optimizar el manejo de estas enfermedades. Como ejemplo de famosas epidemias en el sector forestal, tenemos el tizón de la hoja del caucho (Pseudocercospora ulei). Esta enfermedad fue descrita a principios del siglo 20 en hojas recolectadas de árboles de caucho nativos en los alrededores de Belém en Pará.

Los síntomas fueron pocos y no causaron defoliación ni otros daños a las plantas, ya que los árboles de caucho susceptibles crecen naturalmente a baja densidad en los bosques, de 3 a 4 árboles por hectárea. Sin embargo, el potencial devastador de esta enfermedad se detectó en los primeros intentos de domesticar la especie y establecer plantaciones comerciales en las Guayanas y Brasil.

En Brasil, las plantaciones de la Ford Motor Company se hicieron muy famosas, no por el caucho producido, sino por las epidemias de tizón de la hoja , que diezmaron las plantaciones de la empresa en Fordlândia y Belterra, en 1927 y 1940, respectivamente. Hoy en día, las medidas de gestión están disponibles para garantizar un riesgo mínimo de epidemias para el cultivo del caucho en varias regiones de Brasil. Entre estas medidas se encuentra la siembra de plantas resistentes asociadas a la evasión (elección de zonas favorables al cultivo del caucho y desfavorables al patógeno).

Esas acciones redujeron los daños causados por esta enfermedad y, en consecuencia, favorecieron la producción a gran escala en Brasil y en otros países que apuntan a la producción autosuficiente de caucho, materia prima estratégica. Los mapas de zonas de riesgo o favorables , acoplados a modelos de simulación, pueden ser útiles para señalar áreas geográficas o incluso épocas del año que son más favorables para la ocurrencia de epidemias.

Para la roya del eucalipto en Brasil, realizamos estudios basados en mapas de temperatura media y duración de la humedad de la hoja en horas, con el fin de comprender la distribución temporal de la enfermedad. La época del año con mayor área favorable fue el otoño, con un 92,90% de áreas con un índice de favorabilidad climática superior al 70%; las estaciones verano, primavera e invierno presentaron, respectivamente, el 90,1%; 75.1% y 71.3% de áreas con índice de clima favorable mayor al 70%.

En cuanto a la distribución espacial de la roya del eucalipto en Brasil, las regiones Norte, Centro-Oeste y Sudeste presentaron grandes áreas con índice de favorabilidad climática superior al 70%, durante todo el año. En el Nordeste, existe una mayor área con índice climático favorable inferior al 60%, correspondiente principalmente al sertão nororiental. La región Sur, en los períodos de otoño e invierno, tiene gran parte de su territorio con un índice de clima favorable de 0 a 60%.

Los principales estados productores tuvieron áreas con un índice de clima favorable superior al 70% durante todo el año. Con el aumento de las áreas sembradas, constituidas principalmente por plantaciones homogéneas y con restricción de la base genética, la ocurrencia de epidemias es una realidad presente en el cotidiano del sector forestal.

De esta forma, el conocimiento de las epidemias de enfermedades en especies forestales es de suma importancia para que el manejo fitosanitario se realice de manera racional, utilizando diferentes métodos de control (físico, cultural, biológico, genético y químico), con el objetivo de reducir la intensidad de la enfermedad en el campo, evitar daños y pérdidas y preservar el medio ambiente.

Para ello, tenemos como base un plan de prevención y/o reducción de la enfermedad en la zona, basado en el correcto diagnóstico y seguimiento de la ocurrencia de enfermedades mediante el seguimiento, basado en muestreos periódicos. En base a este seguimiento se toman decisiones y se elige el método de control ideal a utilizar. Nos ponemos a disposición para el desarrollo de investigaciones en alianzas, con el fin de contribuir a la comprensión de las epidemias de enfermedades en especies forestales, con el fin de proponer soluciones para optimizar el manejo de estas enfermedades en el sector forestal.