En los últimos años, la sociedad se ha vuelto cada vez más crítica con respecto al tema de la responsabilidad ambiental. Además de encender un faro para que las empresas se posicionen según las necesidades de sus clientes, es fundamental que seamos conscientes, como representantes de las empresas y como individuos, de la importancia de la permeabilidad de la sostenibilidad en nuestro camino.

En este contexto, los inversionistas, los índices de los mercados de sustentabilidad y las actualizaciones legislativas, cada uno a su manera, dirigen a las corporaciones a presentar una gestión ambiental sólida basada en metas e indicadores que demuestren acciones y resultados positivos en la conservación de la biodiversidad.

Un movimiento reciente con alto impacto en la economía fue la publicación, en junio de 2023, de la regulación antideforestación de la Unión Europea. Se trata de un hito contra la deforestación que exige medidas de diligencia debida por parte de los importadores europeos que garanticen que la adquisición de bienes, incluida la madera y los productos madereros, no tenga relación directa o indirecta con la deforestación después de 2020, incluso cuando se realice de forma legal.

Esta normativa destaca en sus consideraciones que el ritmo de devastación ambiental es alarmante y destaca que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, entre 1990 y 2020 se perdieron en todo el mundo 420 millones de hectáreas de bosque, es decir, alrededor de 10 % de los bosques que quedan en el mundo y el equivalente a una superficie mayor que la de la propia Unión Europea.

Vivimos una época en la que el desempeño ambiental de las empresas y el debate sobre la sostenibilidad han migrado de discusiones técnicas entre pequeños grupos dentro de las organizaciones a ser parte de las estrategias empresariales. Este es un tema relevante y debe incorporarse a la cultura organizacional y los valores de las empresas para asegurar la continuidad del negocio.

La incorporación de temas vinculados a la sostenibilidad empresarial ya es una realidad en Dexco. En nuestra Estrategia de Sostenibilidad 2025 asumimos objetivos que guían nuestras acciones: uno de los compromisos estratégicos es asegurar un crecimiento sostenible, manteniendo un balance de carbono positivo. Para lograrlo, buscamos utilizar eficientemente insumos y materias primas, gestionar los bosques de manera responsable y considerar criterios socioambientales en nuestra cadena de suministro.

El sector forestal juega un papel importante en el mantenimiento de la biodiversidad, ya sea a través de la conservación de bosques y áreas nativas, o en la protección y recuperación de Áreas de Preservación Permanente. En total, según datos de la Industria Arbórea Brasileña, el sector tiene más de 6 millones de hectáreas destinadas a áreas de conservación, hecho que confirma y valida el importante desempeño y gran responsabilidad ambiental.

En este sentido, para Dexco, cuidar los entornos en los que operamos es fundamental para la gestión responsable de los recursos naturales. Dicho esto, el área forestal de Dexco desarrolla un programa de monitoreo y evaluación de áreas de conservación en Brasil, que suman más de 40 mil hectáreas y se dividen entre los biomas Cerrado, Mata Atlántica y Pampa, en los estados de São Paulo, Minas Gerais y Río Grande del Sur.

La principal estrategia del programa es generar datos confiables para tomar decisiones seguras que nos permitan monitorear y evaluar efectivamente el estado de conservación de nuestros bosques. Para lograr esto, invertimos en tres fuentes principales de información: (1) en proyectos de investigación de biodiversidad, (2) en la caracterización de la etapa de sucesión de las áreas de conservación y (3) en la evaluación de la fragmentación y conectividad de los remanentes de bosques.

1. Los estudios sobre biodiversidad se remontan a la década de 1970 y desde entonces mantenemos alianzas con universidades, institutos de investigación y consultorías. Priorizamos investigaciones que contribuyan al conocimiento científico, a las políticas públicas de conservación ambiental, que generen subsidios aplicables en el tratamiento de los aspectos e impactos ambientales de las operaciones forestales y contribuyan a las certificaciones de manejo forestal y licenciamiento ambiental de las actividades forestales. Hasta la fecha, los estudios de fauna y flora han registrado más de 14 mil individuos clasificados en más de 2,7 mil especies, que han servido de base para más de 60 publicaciones científicas en revistas nacionales e internacionales.

2. En el proceso de caracterización de la etapa sucesional de las áreas de conservación, realizamos procesamiento digital de imágenes satelitales y expediciones de campo para evaluaciones más cuidadosas utilizando drones, cuando sea necesario. Este proceso de clasificación divide las áreas de conservación en clases que van desde suelos expuestos hasta restos de vegetación nativa en avanzado estado de sucesión y, con esta información, definimos y entendemos qué estrategias debemos seguir. Las medidas adoptadas para sitios con suelo expuesto, por ejemplo, pueden ir desde la restauración pasiva, así como la transposición de suelo, la plantación nativa o la siembra directa.

3. Al caracterizar la fragmentación y conectividad de los remanentes de vegetación nativa, se analizó la distancia entre las áreas de conservación en los límites de las fincas, así como en las áreas aledañas y, con base en esta información, se direccionan acciones para ampliar la conectividad. El objetivo es promover la conexión de áreas nativas, una estrategia importante para mitigar los efectos de las presiones antropogénicas y la propia fragmentación, facilitando el movimiento de organismos entre hábitats y aumentando las posibilidades de supervivencia y desarrollo de poblaciones de diferentes especies.

Además de las acciones encaminadas a conservar áreas nativas, también destacamos dos importantes frentes de trabajo: la inversión en la verificación de Servicios Ecosistémicos y la definición de Áreas de Alto Valor de Conservación , ambas validadas por auditoría externa y reconocidas por estándares ampliamente difundidos a escala internacional.

En el ámbito de los Servicios Ecosistémicos, que son los beneficios que la naturaleza proporciona a la sociedad y que se reflejan en la mejora de la calidad de vida de las poblaciones. Desde 2022, iniciamos un proyecto para diagnosticar y reconocer nuestro impacto positivo en la conservación de la biodiversidad, el secuestro y almacenamiento de carbono, el mantenimiento de la calidad del agua y los servicios recreativos.

Al definir atributos de Alto Valor de Conservación, nuestra metodología define qué ubicaciones presentan valores ambientales o sociales de carácter excepcional, o de importancia crítica, incluyendo en esta evaluación la participación de comunidades locales y expertos en los ámbitos ambiental y social. Cuando se identifican atributos, se implementan medidas adicionales y específicas de protección y seguimiento.

Un resumen de nuestras acciones adoptadas para la biodiversidad, con metas e indicadores alineados con la Estrategia de Sostenibilidad, está disponible en nuestro sitio web. Este documento también contiene el Índice de Impacto a la Biodiversidad, una forma de evaluar el impacto de nuestras actividades. El índice proporciona, por ejemplo, métricas de deforestación cero, desarrollo ecológico de áreas de conservación, acciones de protección forestal, inversión en manejo forestal responsable, entre otras. Estas acciones demuestran nuestra responsabilidad ambiental y refuerzan nuestro rol en la práctica de la sostenibilidad y la conservación de la biodiversidad, valores importantes para lograr el propósito de brindar a las personas soluciones para una vida mejor.