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Benone Magalhães Braga

Gerente Ejecutivo en Aperam BioEnergia

OpCP69

¡La clave está en nuestras manos!

Este número de la Revista Opiniões Florestal trae una agenda real y relevante para el negocio forestal nacional. La modernización del sistema forestal brasileño es debatida y explorada en cualquier ámbito establecido del sector, ya sea académico, empresarial, empresarial, etc. Los avances logrados en la mecanización y modernización de las actividades forestales en las últimas décadas fueron innegables, pero aún existen áreas y explotaciones que carecen de un movimiento más contundente en esta dirección.

Mientras reflexiono sobre esta realidad, inevitablemente vuelvo nueve años atrás, cuando entré en la industria de las flores. Ingeniero mecánico formado y egresado del sector siderúrgico, de donde muchas de las tecnologías, procesos y equipos son traídos listos y formateados desde el extranjero, me encontré con un sector pujante cuya evolución y nivel actual fueron apoyados por iniciativas y proyectos muchas veces desarrollados localmente, por representantes del ámbito forestal nacional.

A modo de ejemplo, pero no limitado a ellos, los avances en mejoramiento genético y variabilidad que hoy suplen la productividad y sanidad de nuestra producción forestal provienen de estudios y esfuerzos realizados por agentes locales del sector forestal (Ejemplo: clon AEC 0043, primero clon comercial de Corymbia do Brasil).

La mecanización y modernización de las actividades forestales y de recolección tal como las conocemos hoy solo fue posible gracias a las acciones y adaptaciones realizadas por los actores también del sector forestal brasileño (Ejemplo: desrame de bosques, con ganancias reales en productividad y seguridad). La vanguardia mundial en tecnologías de alta productividad y rendimiento para la conversión de la madera en carbón solo sucedió porque tenemos una vocación innovadora y la necesidad imperiosa de seguir ese camino, ya que no hay producción de carbón vegetal en el mundo que se compare con la brasileña (Ejemplo: FAP 2000, primer y más grande horno rectangular de taza plana del mundo).

Frente a esta reflexión y observación, es claro que la clave del potencial transformador necesario para cerrar las brechas de modernización y mecanización aún presentes en el sistema forestal brasileño está en los principales actores de este mismo sector. ¿Y cuál sería la clave para desbloquear todo este potencial transformador? Bueno, hay varias posibilidades, pero me atrevo a enumerar tres claves en las que particularmente veo un gran potencial:

1. Acción multilateral entre representantes del sector forestal (academia, productores, proveedores), en un esfuerzo conjunto para diagnosticar necesidades comunes, que conllevan un mayor potencial de impacto, así como orientar acciones y recursos que se propongan para solucionarlas. necesidades identificadas;

2. Iniciativas de Innovación Abierta que expongan vacíos tecnológicos, no solo para agentes que ya transitan rutinariamente el entorno forestal, sino también para individuos y organizaciones externas, que traen consigo no solo mucha tecnología, sino también una nueva visión del problema, completamente libre de prejuicios. Ya estamos viendo movimientos en esta dirección (Ejemplo: Forest Insight de la Sociedad de Investigación Forestal, Radar del Instituto de Investigación y Estudios Forestales, etc., que, con el tiempo, seguramente desencadenarán el flujo de muchas soluciones transformadoras para la industria forestal;

3. Programas internos que alienten, inviertan, recompensen y desbloqueen el potencial innovador que existe dentro de cada organización o institución, los encuentren y, precisamente por ello, lleven consigo todas las herramientas necesarias para abordar una solución práctica y viable. Como diría el poeta, ¡los mejores problemas a resolver son los problemas de siempre!

Ciertamente, las tres posibilidades mencionadas anteriormente, junto con otras acciones que también apuntan a cumplir el mismo objetivo, conllevan la energía suficiente para quitar la inercia y mover las fuerzas necesarias para solucionar cualquier problema o vacío que exista en nuestros bosques.

En conclusión, considero y propongo a todos ustedes, queridos lectores, una verdadera llamada a la acción. Como sector, ¿cómo estamos logrando consensos y canalizando esfuerzos y recursos en iniciativas que de alguna manera eleven el nivel de modernización y, en consecuencia, el nivel de competitividad y sostenibilidad de la industria forestal en su conjunto? Como organización, ¿qué tan abiertos estamos a las corrientes de innovación externas modernas, a menudo poco ortodoxas, que tienen un gran potencial transformador? Como individuos, ¿qué tan dispuestos estamos a asumir nuestro papel de protagonistas del cambio y llevar la llave que abrirá y cambiará por completo los horizontes de modernización de la industria forestal brasileña en los próximos años?

Realmente, ¡la clave está en nuestras manos!