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Reginaldo Gonçalves Mafia

Responsable de la Technologie de Gestion Forestière de Suzano

OpCP71

La calidad de la plantación como palanca para aumentar la productividad

Estamos experimentando otro ciclo de bajo suministro de madera. Por otro lado, la demanda debería aumentar en los próximos años, considerando los nuevos proyectos de plantas de celulosa, especialmente en la región del Medio Oeste de Brasil. Para presionar aún más al sector forestal, ha sido común observar problemas de productividad vinculados a las variaciones climáticas, la aparición de nuevas plagas y enfermedades y la expansión de las plantaciones a regiones con menos conocimiento y con mayores desafíos para alcanzar una alta productividad.

Además de la baja oferta de madera, otro factor preocupante es la baja disponibilidad de tierra, que, debido al avance más acelerado de la agricultura, ha limitado cada vez más la expansión de la base forestal. Teniendo en cuenta estos factores restrictivos, ya sea un aumento de la base forestal o presiones ambientales, vale la pena enfatizar la importancia de lograr un alto nivel de eficiencia en la productividad forestal, que depende de varios factores, como se muestra en la figura destacada.

En general, a la hora de buscar alternativas para aumentar la productividad suelen aparecer dos líneas de acción principales. El primero consiste en productos provenientes de programas de mejoramiento genético, es decir, nuevos clones y su correcta asignación, considerando la interacción genotipo-ambiente. La segunda alternativa consiste en buscar optimizar las recomendaciones de manejo y silvicultura, incluyendo, principalmente, el espaciamiento de las siembras, la fertilización, la preparación del suelo, el control de malezas, entre otros.

Sin embargo, la calidad de las plantaciones, especialmente en la fase de formación forestal, complementa la tríada fundamental para alcanzar y mantener una alta productividad. Se sabe que la baja calidad en esta etapa puede comprometer las ganancias derivadas de las otras dos rutas. Aquí, podemos entender la formación forestal como todas las actividades de planificación, insumos y servicios necesarios para llevar a cabo la preparación del área, plantación y mantenimiento hasta el segundo año del bosque. Esta fase, bien ejecutada, es un factor clave.

Existen básicamente dos formas de evaluar la calidad de la formación forestal. El primero es indirecto y consiste en evaluaciones de la calidad de los insumos y actividades operativas. Asumiendo que las recomendaciones técnicas son adecuadas y ajustadas a las condiciones de siembra y cultivo, se pueden utilizar metodologías y manejar indicadores de dosis, intensidad, tiempo de aplicación, entre otras variables que pueden impactar en la calidad de la siembra.

La otra forma es evaluar directamente el producto, es decir, la propia plantación resultante. En este caso, parámetros de uniformidad, crecimiento y sanidad, entre otros, pueden ser evaluados como medidas de benchmarking y ajustes en los controles de calidad, así como para estimar el potencial productivo de las plantaciones.

En general, el impacto de la mala calidad en la formación de bosques es subestimado y, a menudo, pasa desapercibido. Existe una gran cantidad de resultados de investigación que demuestran el efecto aislado de los factores que impactan la calidad y, en consecuencia, la productividad forestal.

Pero, en la práctica, estos factores suelen actuar juntos y son responsables de las variaciones en la productividad, incluso en condiciones de cultivo uniformes. Esto se evalúa fácilmente cuando se compara la información de inventario de las declaraciones uniformes. En estas situaciones, es común observar grandes variaciones, aun tratándose de plantaciones del mismo material genético, en un ambiente de suelo y clima uniforme y bajo el mismo manejo silvícola. En estas situaciones, se puede inferir que parte de esta variación puede explicarse por diferencias en la calidad de las etapas de formación del bosque.

Asumiendo que la calidad es un factor clave para lograr altos rendimientos, ¿qué limita su explotación al máximo nivel en la práctica? A pesar de ser conscientes de su importancia y de la existencia de varias herramientas de evaluación, seguimiento y gestión, al ser la producción de madera un proceso complejo, varios factores acaban incidiendo en ella. Cabe destacar que estos factores actúan con mayor fuerza en situaciones atípicas.

Solo como ejemplo de esto, en los grandes proyectos de expansión forestal, en nuevas regiones, las limitaciones comienzan con la baja oferta de mano de obra, especialmente calificada, ya sea para contratación o para prestación de servicios. Adicionalmente, en estas situaciones, existe una limitación en el suministro de plántulas de buena calidad, clones adaptados, entre otros insumos esenciales. La suma de estos y otros factores acaba limitando la consecución de altos estándares de calidad.

Finalmente, es lógicamente fundamental invertir en mejoras de procesos, aumentar la granularidad de la información y la precisión de las recomendaciones en el uso de inteligencia artificial, así como innovaciones tecnológicas para aumentar la productividad forestal. Pero, sin garantizar la calidad de la ejecución, prácticamente las ganancias derivadas de estas iniciativas no se aprovechan en la práctica.