En constante desarrollo tecnológico, el sector de bosques plantados observa ocasionalmente incrementos significativos en la productividad, en relación al promedio nacional, en las plantaciones de todo el país. Esto se debe en gran medida al dominio de algunos desafíos del proceso, que llaman nuestra atención.

La competencia de malezas es ciertamente uno de estos desafíos, además de tener una representación significativa en los costos de implantación forestal, alrededor del 30% del costo total, también puede ser responsable de pérdidas de hasta un 80% en la productividad total, debido a la competencia generada en los dos primeros años, lo que nos sitúa en un escenario de alta viabilidad de este manejo, evidenciándose la importancia y toda la atención dedicada al control de malezas en las plantaciones forestales.

Dada la continentalidad de Brasil, la complejidad en el manejo de plantas invasoras crece aún más con diferentes condiciones climáticas, alta diversidad de especies de malezas (algunas con resistencia o tolerancia a los herbicidas tradicionales), características del suelo y diferencias en el manejo. Además, en los últimos años hemos podido observar algunas situaciones atípicas en relación al régimen climático, térmico e hídrico, que pueden atribuirse a un proceso de cambio climático global.

En los últimos años, hemos estado siguiendo un gran movimiento en la industria de los plaguicidas para proporcionar una mayor cantidad de herramientas y productos para el control de plantas invasoras, especialmente en el cultivo de eucalipto, donde, en el pasado, solo teníamos 2 principios activos registrados. Actualmente, ya disponemos de 24 principios activos, entre pre y post emergentes. Esta gama de herramientas es extremadamente importante y abre varias posibilidades para mejorar el rendimiento y el costo del manejo de malezas en los bosques plantados.

¿Y cómo voy a entender y utilizar estas herramientas de la mejor manera? De hecho, hay una serie de factores que deben analizarse, el primero de ellos es conocer las características de los productos que están disponibles, su comportamiento en el medio ambiente y su rendimiento residual, en el caso de los productos preemergentes.

En una segunda evaluación, definimos el momento y objetivo de la aplicación; luego, si será en pre o postsiembra y, posteriormente, si el control será en pre o postemergencia de las malezas. Dicho esto, toca analizar la época del año en la que se realizará la gestión. Un consejo importante es dividir el año en cuatro periodos bien diferenciados, los cuales deben ocurrir de la siguiente manera: estación lluviosa (plena lluvia), semi -seca (transición a estación seca), seca (sin lluvia) y semi-húmeda (transición a estación lluviosa temporada).

Todos estos análisis mencionados junto con la evaluación del área a manejar, teniendo en cuenta el cultivo de interés, el estado de desarrollo de las plantas, las principales especies y las características del suelo, también son de suma importancia para la toma de decisiones. Analizando a grandes rasgos, nos encontramos ante oportunidades en la gestión, por ejemplo: en los últimos años se ha observado una clara expansión del uso de herbicidas pre -emergentes con acción residual prolongada en la implantación y mantenimiento de bosques, es decir, con población de malezas por debajo del nivel de daño económico.

Bien posicionada, esta gestión proporciona reducciones significativas en el número de operaciones e intervenciones realizadas en el bosque, lo que trae una ganancia, no solo en productividad, sino también en términos de sostenibilidad, que incluyen la optimización directa de los recursos humanos, hídricos y combustibles, además de la evidente oportunidad de reducir costos con el manejo de malezas. La evolución nos ha traído estas grandes oportunidades y, hoy, podemos decir que el futuro de la gestión de la competencia de malezas está en nuestras manos.

Una cosa es segura: en primer lugar, es necesario saber cómo colocar correctamente cada una de estas herramientas, para que podamos explorar lo mejor de cada una de ellas. Productos bien posicionados en el momento, objetivo y condiciones de aplicación brindan el resultado operacional deseado y el desempeño que condiciona un bosque limpio libre de los daños de la competencia de malezas.

¿Y el futuro?

Con la alta velocidad de evolución de la silvicultura digital, pronto podremos ver una serie de iniciativas para la identificación, mapeo y programación del control de malezas a través de imágenes satelitales o incluso de aeronaves pilotadas a distancia. Este movimiento ya lo estamos viendo suceder, y será una herramienta más para ayudarnos en la toma de decisiones en el manejo de malezas. Además, las modalidades de aplicación también han ido evolucionando rápidamente, la entrada de drones en este escenario ya es una realidad, además de que otras iniciativas, como equipos de ultra bajo volumen, pueden aparecer como soluciones para mejorar el rendimiento operativo, mayor reducción de costos. e impactos aplicación ambiental.