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Gustavo Torres Galvão da Silva

Especialista en Desarrollo Operacional de Gerdau

OpCP69

La tecnología es la puente para consolidar la modernización forestal

La modernización forestal es una realidad en el campo y viene especializándose en Brasil desde la llegada de los primeros equipos agrícolas. Como resultado, los avances tecnológicos han traído mayores condiciones a las zonas rurales para la planificación, seguridad, desarrollo de operaciones, aumento de la productividad, mayor conectividad y reducción de costos.

En el pasado, los equipos destinados a la agricultura eran rudimentarios. En los últimos años, algunos avances tecnológicos han sido hitos históricos, como el desarrollo del primer arado de cuchillas fabricado con madera y el hacha para cosechar. A principios del siglo 20, la mecanización y el conocimiento científico comenzaron a cambiar el escenario en las zonas rurales. Los animales que tiraban del arado y las carretas de madera dieron paso a máquinas accionadas por motores de combustión.

A lo largo de los años, equipos mecanizados destinados a la agricultura han sido utilizados en grandes producciones forestales, con el fin de llevar optimizaciones a las plantaciones. Sin embargo, aún no eran lo suficientemente adecuados y tampoco había grandes recursos logísticos para reposición de piezas importadas. Sin embargo, con los avances tecnológicos, la mecanización también ha llegado a los pequeños y medianos productores, quienes se han beneficiado de la tecnología para incrementar su producción.

Según una encuesta realizada por el Instituto de Estudios e Investigaciones Forestales, en 2021 los tractores agrícolas representan el 77% de la flota en las grandes empresas, los tractores forestales el 20% y los tractores de cadenas algo más del 2%. Se considera que, en la mayoría de los casos, los tractores agrícolas necesitan adaptaciones para, principalmente, cumplir con las normas de seguridad y presentar mayor disponibilidad mecánica en el campo.

Si bien la mecanización en algunas actividades, como la recolección y el transporte de madera, ha evolucionado significativamente, otras, como la silvicultura, aún enfrentan grandes desafíos. Hoy, la industria de equipos agrícolas ha identificado un nicho de mercado en la silvicultura y la cosecha, presentando soluciones y equipos para el sector forestal, como máquinas cosechadoras operadas de forma remota; jardineras con inteligencia artificial; riego automatizado de forma localizada, que identifica las plántulas en tiempo real; uso de drones para fumigación, cebos para hormigas, liberación de enemigos naturales, monitoreo, evaluaciones de calidad, entre otros.

Si bien los impactos positivos en la producción forestal y agrícola fueron notables, se generó un contingente de personas que perdieron su fuerza de trabajo en el campo, buscando nuevas oportunidades en los centros urbanos más grandes, lo que en conjunto impactó en la producción forestal. Las personas que migran no suelen volver al trabajo de campo que ofrece la silvicultura, y esto se debe a las condiciones de trabajo que encuentran, como la exposición al sol y la lluvia. Las empresas ya han sentido este impacto a través del ausentismo.

Como resultado, las organizaciones están invirtiendo en desarrollo operativo para migrar actividades manuales a operaciones mecanizadas o, aún más, automatizadas. En una encuesta realizada a 17 empresas forestales, el Instituto de Estudios e Investigaciones Forestales identificó que el 48,5% de las actividades forestales son mecanizadas, el 45% de las actividades forestales son manuales, el 6% son semimecanizadas y solo el 0,14% son automatizadas.

Así, la disponibilidad de mano de obra calificada en el campo sigue siendo necesaria para operar las máquinas forestales y realizar el mantenimiento. Para suplir esto, las empresas forestales han buscado formar cada vez más profesionales. Mirando hacia el futuro, el rápido proceso de desarrollo tecnológico, permeado por el uso de la inteligencia artificial y acompañado de avances disruptivos en la ciencia en la frontera del conocimiento, transformará los sistemas forestales de manera más eficiente.

En el nuevo contexto, utilizaremos vehículos autónomos, drones y robots con sensores en la producción forestal. Esto dará entrada a un gran volumen de datos y estará impulsado por el poder de los sistemas informáticos y la conectividad, lo que conducirá a transformaciones significativas en la forma en que se gestionan los cultivos forestales. Sin embargo, la conectividad rural en Brasil es un gran desafío. Según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, la mayor dificultad en el campo es obtener una señal de internet de calidad, en zonas donde no existe.

La conectividad puede traer ganancias significativas para el desarrollo operativo, como la asistencia en el sistema de piloto automático, la interpretación de los análisis climáticos, lo que, en consecuencia, evitará pérdidas y permitirá trabajar de manera más optimizada. Esta conexión entre dispositivos junto con la recopilación y el almacenamiento en tiempo real generan un gran volumen de información relevante para el análisis de datos precisos, capaces de predecir escenarios en relación con la producción.

Además, el uso de sensores y telemetría es cada vez más común. Proporcionan una serie de información sobre temperatura, humedad, aire, suelo, además de obtener datos, a través de GPS y monitores de a bordo. De esta forma, colaborando con la alimentación de una base de datos más robusta, pueden ayudar cada vez más a avanzar en la producción forestal, a través de comparaciones retroactivas y predicciones basadas en información ambiental.

Con el avance de las tecnologías también se han mejorado los programas de monitoreo remoto, como los Sistemas de Información Geográfica, que permiten el mapeo de grandes áreas, la identificación de fallas operativas, además de brindar información correlacionada para la planificación forestal que permiten mejorar las operaciones.

Con el internet de las cosas, la interconexión de dispositivos y máquinas forestales traen opciones al mercado, como un tractor conectado a la sembradora, que estará conectado al pulverizador, al fertilizante, etc. Todas las modernizaciones vinculadas a Big Data permiten transformar datos aislados en información útil para la producción en campo. Esto genera una sinergia y optimiza cada vez más los procesos forestales.