Vivimos en un mundo en constante cambio. El cambio climático, los conflictos geográficos, la crisis de la biodiversidad y las fluctuaciones de la economía global son ejemplos de los desafíos que se le han impuesto a la sociedad. Si bien las causas y las posibles soluciones a estos problemas son amplias y complejas, es innegable que parte de las respuestas pasa por las empresas, ya que ellas también experimentan, en distintas escalas, los impactos de esta realidad.

En ese contexto, en las organizaciones que buscan la perpetuidad de sus negocios, las discusiones sobre sustentabilidad dejaron de ser tema de unos pocos técnicos y pasaron a formar parte de la estrategia de sus operaciones. A medida que el concepto de gobierno ambiental, social y corporativo se vuelve más presente en las empresas, sus grupos de interés esperan cada vez más una mejor gobernanza de los temas ambientales y sociales. Esta percepción de mayores expectativas se ve corroborada por el nivel cada vez más alto de los índices de sostenibilidad, los estándares de certificación y la nueva legislación.

Un tema que ha recibido especial atención es la forma en que las empresas han enfrentado el cambio climático; tanto minimizando sus impactos y transitando hacia una economía baja en carbono, como entendiendo la exposición de sus negocios a los riesgos derivados del cambio climático, midiendo su impacto potencial y estableciendo planes de acción para mitigar sus consecuencias.

Al contribuir de forma natural a la eliminación de dióxido de carbono de la atmósfera, las plantaciones forestales y los bosques naturales juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático. Además, la larga historia de programas de mejoramiento desarrollados por empresas forestales y el conocimiento producido en universidades e instituciones de investigación brindan la experiencia necesaria para el desarrollo de materiales genéticos que sean capaces de adaptarse a diferentes condiciones climáticas.

El sector forestal brasileño juega un papel importante en la gestión y el cuidado de la biodiversidad , contribuyendo actualmente a la conservación de más de 6 millones de hectáreas de vegetación nativa, según datos de la Industria Brasileña de Árboles. A la luz del Marco Global de Biodiversidad, aprobado a fines de 2022, se exigirá cada vez más a las empresas que identifiquen y divulguen sus impactos y dependencias en la biodiversidad. Iniciativas globales como Global Information Initiative y Task Force on Financial Disclosures Related to Nature ya se están mostrando como posibles formas de sistematizar el formato de estos informes, aunque la complejidad de definir indicadores comparables entre sectores es un desafío para su implementación.

Otro vector de cambio es la aparición de nuevos requisitos legales, lo que se puede ejemplificar con la reciente publicación del nuevo reglamento europeo contra la deforestación, el Reglamento de Productos Libres de Deforestación. Al exigir medidas de diligencia a los importadores europeos para garantizar que los productos de las siete cadenas productivas , una de las cuales es la madera, no hayan sido obtenidos de áreas deforestadas después de 2020; independientemente de si es legal o ilegal, se aumenta el nivel de responsabilidad de los productores para garantizar la trazabilidad hasta el lugar de origen de la materia prima.

Aunque a primera vista esta regulación solo afecta las exportaciones directas a la Unión Europea, sus efectos pueden repercutir en cascada a lo largo de la cadena de valor . Por ejemplo, un fabricante que exporta muebles de tableros de fibra de densidad media a Europa deberá garantizar la trazabilidad de los paneles utilizados hasta su bosque de origen, lo que involucra más eslabones en la cadena de producción.

En este sentido, el sector forestal nuevamente cuenta con un diferencial que puede contribuir al cumplimiento de estos requisitos: las certificaciones de manejo forestal y cadena de custodia. Desde 1995, cuando se emitió el primer certificado en Brasil, las empresas han demostrado y ampliado su compromiso con las prácticas de gestión ambientalmente correctas, socialmente beneficiosas y económicamente viables, y han implementado medidas de control para evitar que la madera de fuentes controvertidas sea utilizada en su producción. procesos.

Estos son algunos ejemplos que refuerzan la importancia de incorporar los temas de sostenibilidad en la estrategia empresarial. Evolucionar es necesario. Las organizaciones que se nieguen a hacer este cambio de pensamiento pueden estar poniendo en peligro su propia existencia en el futuro.