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Guilherme Zaghi Borges Batistuzzo

Gerente de Desarrollo Operacional de Bracell

OpCP69

Desarrollo de la mecanización en el sector forestal: desafíos y oportunidades

La silvicultura brasileña actúa en un área de 9,55 millones de hectáreas con fines productivos, sustentando una cadena industrial que genera ingresos brutos de 116,6 mil millones de reales, lo que corresponde al 2,7% del Producto Interno Bruto nacional y genera cerca de 2 millones de empleos directos e indirectos, lo que representa un área similar a las plantaciones de caña de azúcar, de 8,3 millones de hectáreas.

De esta forma, es de esperar que se dote la tecnificación entre las áreas. Sin embargo, este no es el caso en muchas situaciones. Por mucho que la variedad de equipos sea grande en la cultura agrícola, es posible identificar un desarrollo significativo, principalmente en los últimos años, de equipos de alta calidad, especificidad y productividad para diversas operaciones. Por lo tanto, existe un desarrollo de toda la cadena de operaciones en la fabricación de equipos para esta área.

A lo largo de los años, la mecanización de la silvicultura se ha desarrollado a través de adaptaciones de este y otros cultivos agrícolas. Los tractores para este fin sirven, en cierto modo, a algunas actividades silvícolas, trabajando en áreas de implantación, sin residuos leñosos. Con la mayor representación de áreas de renovación, la presencia de tocones y residuos de ciclos anteriores genera condiciones desfavorables para el buen desempeño de estas máquinas.

Así, la situación común, luego de adquirir un tractor, es llevarlo a un taller donde será “blindado” para trabajar en el medio silvícola. Además de aumentar el tiempo de entrega del producto final, la sobrecarga de protecciones provoca dificultades operativas para el proceso de mantenimiento en campo. Estos son algunos de los factores que incentivan la necesidad de los tractores forestales soñados.

Las adaptaciones de máquinas son comunes en la silvicultura. Todavía no hemos llegado al estado del arte de tener tractores Purpose Built, pero muchos fabricantes planifican y ejecutan proyectos de implementos destinados a la silvicultura. Hay varios subsoladores, por ejemplo, que se están planificando y produciendo en serie para uso silvícola real. Sin embargo, la baja escala es otro factor que dificulta la producción de un proyecto específico, reduciendo su disponibilidad en el mercado.

Las especificaciones y personalizaciones para satisfacer cada demanda dificultan la estandarización y la escala de la producción. Esto contribuye a que la principal fuente de desarrollo forestal provenga de los pequeños o medianos fabricantes. ¿Existe, de hecho, la necesidad de tantas especificaciones para cada demanda? ¿Cómo se puede estructurar la demanda de manera más estratégica para proyectos a largo plazo que permitan la producción a escala?

En este punto, es necesario intensificar las alianzas entre las empresas forestales y los proveedores para crear una estrategia común. Una acción facilitadora es la realización de programas que acerquen al proveedor a un pool de empresas. Un ejemplo de este tipo de asociación se puede ver en el Programa Cooperativo de Mecanización y Automatización Forestal del Instituto de Investigaciones y Estudios Forestales, que cuenta con 12 empresas asociadas que trabajan en la búsqueda de soluciones para la mecanización y el desarrollo silvícola.

Con buena tecnología, proveedores de Europa, América del Norte y otros países de América del Sur están ingresando al mercado brasileño para apoyar estos desarrollos. Muchos proyectos, sin embargo, tienen cierto sesgo por su origen y no responden precisamente a la demanda forestal nacional.

Esto genera la necesidad de adaptaciones que terminan siendo realizados por empresas locales, lo que dificulta el desarrollo del proyecto o la continuación de la operación por la falta de disponibilidad de repuestos y soporte especializado. Una vez más, la importancia de cohesionar el mercado y buscar soluciones que den escala al desarrollo de demandas y ofertas que faciliten la entrada de nuevos proveedores es vital para la modernización tecnológica del sector.

Las nuevas tecnologías disruptivas, como el uso de drones, se han intensificado en el entorno forestal. Estos equipos están demostrando ser eficientes, actuando en la aplicación de herbicidas y en el combate de plagas, tanto desde el punto de vista cualitativo como económico, siendo una buena alternativa para la mecanización en terrenos en pendiente o desfavorables a las actividades tradicionales, ya sean manuales o tractorizadas.

Con la baja disponibilidad de mano de obra rural y las nuevas revisiones de las normas laborales en esta área, el costo de las actividades manuales se ha vuelto muy alto. En este contexto, esta tecnología aparece como una buena oportunidad para la mecanización y automatización de las actividades forestales, de forma segura, económica y sostenible, optimizando el gasto energético para sus aplicaciones.

También hay nuevos equipos que trabajan en operaciones multitarea que han surgido para proporcionar ganancias en productividad, costos y sostenibilidad, al combinar actividades en la misma máquina. Estas configuraciones sólo son viables en proyectos cuya premisa sea mantener o mejorar los parámetros de calidad de las operaciones.

Equipos de preparación de suelos que realizan varias actividades conexas (subsolado, fertilización de base, desbroce de rastro, terrones, aplicación de preemergente y marcaje de hoyos); formas alternativas de cultivo del suelo, como la azada rotativa vinculada al subsolado y la aplicación de fertilizantes; los implementos que realizan la fertilización de setos combinados con el control de la competencia de malezas (hileras y entre hileras) son ejemplos de resultados de asociaciones exitosas entre el desarrollo de la necesidad del cliente con la experiencia y los recursos de ingeniería del proveedor.

La modernización no sólo debe verse en el campo de la mecanización, sino también en los recursos humanos que actuarán en la operación, mantenimiento y dirección de las actividades. La formación profesional debe acompañar el desarrollo tecnológico. Los mecánicos y los operadores deben estar cada vez más comprometidos y capacitados para usar equipos electrónicos, tanto para la operación como para la detección de fallas y el mantenimiento preciso.

Con el desempeño de la tecnología embebida, existe una mayor generación de datos que necesitan ser procesados e interpretados (generar productos) para la toma de decisiones asertivas. La información debe ser generada en campo, transmitida, procesada automáticamente y analizada en tiempo real en un centro de operaciones. ¿Están nuestras estructuras de transmisión, procesamiento y gestión de datos, de hecho, preparadas para trabajar en tiempo real con lo que se genera en campo? ¿Está nuestra gente preparada para esto?

La cadena de operaciones de la formación forestal se está modernizando, trayendo las necesidades de inversión tecnológica, financiera y de capacitación, que exigen acciones estratégicas para brindar rupturas tecnológicas compatibles con su importancia. El escenario demanda inversiones robustas para obtener retornos consistentes y sostenibles. El futuro de las operaciones forestales no está simplemente mecanizado, debe ser inclusivo, atractivo, integrado, dinámico, autónomo y sostenible.