Me chame no WhatsApp Agora!

Fernando Palha Leite

Coordinador de I+D en Florestal da Cenibra

OpCP71

Desafíos para una gestión eficaz de la calidad

Una forma natural de capitalizar los resultados del trabajo de las áreas de investigación y del área operativa, de una manera más rápida y completa, es asegurar que exista un alto nivel de adherencia entre lo que recomienda el área de investigación (a través de recomendaciones técnicas y procedimientos operativos) y la forma en que las recomendaciones son efectivamente cumplidas por el área operativa.

Siendo la gestión de la calidad el principal mediador entre el área técnica (investigación) y el área operativa, su papel es fundamental para garantizar esta adherencia, permitiendo así la transformación del conocimiento en valor para la empresa. Este valor se materializa en ganancias de productividad y reducción de costos de producción, resultantes del desempeño satisfactorio de los procesos realizados con altos estándares de calidad.

La realización de las actividades inherentes a cualquier proceso productivo deberá cumplir con las especificaciones definidas en las recomendaciones técnicas y procedimientos operativos. Este es un requisito previo para garantizar el desempeño del proceso dentro de estándares competitivos y sostenibles. Para que esto realmente suceda, es esencial una gestión de calidad eficaz de las etapas críticas del proceso en cuestión, asegurando que los productos resultantes cumplan con los criterios de calidad intrínseca, costo, tiempo, seguridad y moral especificados para las actividades monitoreadas.

Al principio, puede parecer trivial, ya que varias herramientas del sistema de calidad se han utilizado ampliamente en el sector forestal durante mucho tiempo. Sin embargo, para que el sistema de calidad sea realmente eficiente y no sólo figurativo, existen varios desafíos que deben superar los profesionales encargados de realizar la gestión de calidad en las empresas. Entre ellos, podemos mencionar los siguientes:

1. Defina realmente qué pasos y qué indicadores (elementos de control y elementos de verificación) deben monitorearse. Los recursos deben dirigirse únicamente a los pasos e indicadores críticos del proceso. No es posible monitorear todo, y no agrega nada para monitorear pasos e indicadores que no son críticos. Se deben hacer ajustes tanto en la frecuencia como en la intensidad del monitoreo, de acuerdo con la criticidad de la actividad. Es importante tener en cuenta que la calificación de criticidad puede cambiar con el tiempo.

2.  Asegúrese de que todos los involucrados entiendan que el monitoreo es solo uno de los medios y no el objetivo principal de un sistema de gestión de la calidad. Es decir, es más importante saber analizar y tratar las tendencias de las desviaciones identificadas en el seguimiento que medir y señalar las no conformidades.

3. Separar los problemas del incumplimiento de las especificaciones del problema de capacidad del proceso. En ocasiones, los resultados pueden no estar mostrando un problema con el desempeño de la actividad, sino que se ha sobrestimado la capacidad de un determinado proceso. En estas situaciones, se espera un cierto nivel de rendimiento, pero no se ponen a disposición recursos compatibles para que el proceso se estructure de tal manera que pueda entregar el nivel de resultado deseado.

4. Utilice los resultados para contribuir a la definición de qué acciones deben priorizarse para inversiones en la mejora de procesos. Un buen diagnóstico del desempeño de las actividades es fundamental para indicar aquellas que necesitan mayor apoyo en un momento dado.

5. Crear medios para agilizar el diagnóstico del desempeño de las actividades monitoreadas, así como la difusión de los resultados a todas las partes interesadas, cubriendo todas las regiones de la empresa. Cuanto más rápido sepamos que alguna actividad necesita apoyo, más rápido podremos dirigir los recursos para brindar ese apoyo.

6. Reconocer equipos y personas comprometidas y dedicadas a la búsqueda de estándares de excelencia. Siempre hay mucho que aprender de ellos. El ejemplo de estos equipos puede servir de motivación a otros.

7. Compartir e involucrar a la alta dirección en la gestión de indicadores de calidad de procesos. Este paso es fundamental para fortalecer la calidad como un valor a cultivar dentro de la cultura de la empresa.

Si realmente queremos llevar a cabo una gestión eficaz de la calidad del proceso productivo de la madera, los siete retos comentados anteriormente deben ser muy bien trabajados por los responsables. Un trabajo que es de carácter permanente y con resultados a medio y largo plazo, pero sumamente necesario para garantizar el mantenimiento de la competitividad de las empresas del sector.