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Bernardo Alves Pereira

Responsable de Investigación y Gestión Forestal en Vallourec Florestal

OpCP69

El desarrollo de la mecanización de actividades silvícolas

Actualmente, el mercado forestal brasileño está caliente. A pesar del escenario de pandemia, los proyectos y ampliaciones continúan desarrollándose en el país y prometen grandes cambios para aumentar la dinámica del sector forestal. Según la Industria Brasileña de Árboles, las empresas están apostando por nuevas instalaciones y la ampliación de fábricas, generando así un aumento de sus áreas de plantaciones forestales.

Las expansiones de estas empresas han impactado el escenario del mercado forestal en Brasil. Esto genera una gran necesidad de mano de obra, que cada día es más escasa, lo que dificulta la contratación de nuevos empleados. Muchos trabajos rurales tienen limitaciones tecnológicas y un bajo nivel de mecanización.

Esto contribuye a la falta de interés de los jóvenes por trabajar en este sector. Por lo tanto, es urgente introducir estrategias de desarrollo operativo, que involucren más tecnologías y mejora de las condiciones de los puestos de trabajo, como la mecanización y automatización de los procesos forestales. La mecanización del aprovechamiento forestal es reciente en nuestro país, ya que a partir de la década de 1990 se importaron a esta zona máquinas de alta tecnología. Esto ha traído beneficios, como mayor productividad, mejores condiciones de trabajo y reducción de costos.

Hoy en día, existe una gran evolución en equipos con tecnología de punta, como Feller, Havesters, Skidders, Forwarder, entre otros. Son equipos cada vez más modernos y productivos, que brindan un trabajo más seguro, rentable y atractivo para los jóvenes que buscan su desarrollo personal y profesional.

Las máquinas cuentan con tecnología embebida, con sistemas de telemetría que se envían automáticamente de forma remota al gerente, manteniéndolo informado sobre la ubicación, horas de motor, productividad, consumo de combustible, planes de mantenimiento preventivo, entre otros recursos que contribuyen a la gestión de disponibilidad, rendimiento y costos de producción asociados con la maquinaria.

La silvicultura, por otro lado, tiene mucho que evolucionar con respecto a la mecanización, ya que, hasta ahora, los tractores y otras máquinas agrícolas se adaptan para esta área del sector forestal brasileño. Sin embargo, aparecen alternativas revolucionarias en el mercado nacional, trayendo mejoras tecnológicas importante para el segmento. Sin embargo, la mayoría de estas tecnologías aún no están adaptadas a las áreas de renovación, no alcanzando la misma calidad, productividad y costo en comparación con las actividades realizadas manualmente.

El gráfico resaltado muestra el porcentaje de horas-hombre utilizadas en cada actividad silvícola para formar una hectárea de bosque durante dos rotaciones (14 años). Se observa que, de las 22 actividades realizadas, 14 actividades son mecanizadas y representan sólo el 19,5% de estas horas. Por otro lado, la menor parte de las actividades, es decir, ocho, se realizan de forma manual y corresponden al 80,5% de las horas. De todas las actividades, las que más demandan mano de obra son el riego (19,2%), el combate de hormigas (14%) y la siembra (10,9%).

Es evidente, en el sector, un gran movimiento en torno a la mecanización de las actividades de riego y siembra, y esto contribuirá a una evolución significativa en el nivel de mecanización de la silvicultura. Sin embargo, al mismo tiempo, corresponde a las empresas invertir en la calificación de las comunidades aledañas para que de ellas se extraiga la mano de obra para operar estos nuevos equipos y también invertir más en desarrollo, abriendo las puertas a las startups, acercándose a las universidades y de grupos temáticos centrados en la mecanización del área.

Así, aunando esfuerzos, las nuevas tecnologías se orientarán y adaptarán a las diferentes condiciones silvícolas del país. La escasez de mano de obra calificada representa, hoy, un importante desafío a los planes de crecimiento de la industria forestal. Ampliar el desarrollo de la mecanización de las actividades forestales se vuelve estratégico, para que, en un futuro próximo, podamos seguir gestionando los bosques y garantizando un entorno más atractivo para que los jóvenes se incorporen al trabajo forestal rural.