Si, por un lado, es visible que la sociedad contemporánea vive un proceso creciente de conciencia ambiental, por otro lado, es innegable que queda mucho por hacer en términos de preservación y sustentabilidad. Si bien experimentamos muchas iniciativas positivas, también evidenciamos muchos desafíos que enfrentar, a medida que la sociedad desarrolla su conciencia sobre la conservación del medio ambiente. De esta forma, dicta un modelo de trabajo esperado de las organizaciones, para que la cadena productiva esté alineada con estos deseos de expansión, modernización y conservación y posea procesos y criterios que atiendan nuevos comportamientos de consumo al vincular los intereses ambientales al negocio.

La sociedad nunca ha estado tan preocupada por el futuro del planeta como lo está hoy. Gran parte de esta conciencia se ha visto acelerada en gran medida por el cambio climático y la escasez de recursos naturales. Rápidamente, las nuevas generaciones lo asimilaron y asumieron un papel fundamental en la construcción de una mentalidad ambientalmente sostenible. Además, buscaron experimentar estos conceptos en sus decisiones de consumo, en la elección de las mejores empresas para trabajar, en la construcción de políticas públicas que regulen y promuevan la preservación del medio ambiente y toda la biodiversidad en él.

En esta línea nace el sector forestal ligado a un riquísimo propósito ambiental de minimizar las prácticas de extracción depredadora de la madera autóctona a través de un modelo de producción forestal renovable que defiende, conserva y recupera los bosques autóctonos. Y sigue buscando minimizar los impactos, también, en su cadena productiva, aceptando cada vez más prácticas de conservación de suelos y aguas, seleccionando materiales genéticos mejor adaptados, más eficientes en materia hídrica y nutricional, y con potencial para abastecer la creciente demanda. para la madera en los diferentes mercados.

Es posible combinar nuevas tecnologías y sustentabilidad en el negocio de la celulosa y el papel, promoviendo la creación de soluciones más limpias y eficientes, minimizando la presión sobre los recursos naturales y equilibrando el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. En ese sentido, la silvicultura brasileña juega un papel fundamental, actuando y fomentando la preservación de los recursos hídricos, la protección de los manantiales y bosques ribereños y el mantenimiento de la flora y fauna silvestres en diferentes biomas.

En Sylvamo, la sustentabilidad es un pilar fundamental del negocio, ya que permea toda la cadena productiva y promueve el compromiso de nuestros profesionales, quienes asumen el rol de agentes de sustentabilidad también en sus interacciones sociales fuera de la empresa. Las acciones de educación ambiental actúan como puente directo entre la sociedad y la empresa, acercando las aspiraciones de la nueva generación de consumidores a las mejores prácticas de la empresa. Todo ello produce una combinación positiva que ha dado excelentes resultados a la hora de desmitificar la producción de eucalipto, pero también de desvincular el consumo de papel como una práctica ambientalmente imprudente. De hecho, es una opción mucho más viable y sostenible para sustituir el plástico, por ejemplo.

Los modelos de negocio que adopten la economía circular en sus procesos, transformando los residuos en nuevos recursos, serán cada vez más valorados; así como las fuentes de energía renovables y las tecnologías de seguimiento y certificación de toda la cadena productiva aportan visibilidad al consumidor final y resaltan el nivel de responsabilidad ambiental de las organizaciones. La vieja concepción de que la gestión ambiental eficiente contrasta con el margen de beneficio de las organizaciones está superada.

Hoy en día, las inversiones ambientales no solo agregan valor al negocio, sino que también afectan la imagen de las empresas y su atractivo para nuevos inversores, convirtiéndolas en un gran diferenciador del mercado. Por eso, el propósito de Sylvamo es producir el papel que la gente necesita de manera responsable y sostenible, comprometidos con el éxito de todo el ecosistema, desde los bosques que amamos hasta las comunidades en las que vivimos, porque sabemos que el bienestar de cada uno depende del bienestar de todos.