La digitalización ya ha llegado al bosque. Cada día, más y más procesos se someten a la incorporación de software y hardware, produciendo infinidad de información. A pesar de contar con un terreno totalmente inexplorado y con un rango casi desconocido para adquirir nuevos conocimientos, aún nos quedan algunos retos por superar.

El área de cosecha absorbió tecnología escandinava, introduciendo cosechadoras, autocargadores, skidders y clambunks, dejando atrás una actividad que utilizaba como base motosierras, peladoras, autocargadores y camiones de baja capacidad de carga. Cuando hablamos de implantación de bosques, esta actividad sigue los pasos del proceso evolutivo y tecnológico aún de la agricultura, que, a su vez, siempre va un paso por delante cuando hablamos de innovación.

Existen algunas razones por las que se produce este desfase horario: El ciclo corto de maduración y comercialización de los productos agrícolas hace que se analice la inversión y los resultados con mayor celeridad. El gran interés de los fabricantes de maquinaria agrícola en este mercado, debido a la gran demanda de productos.

Una gestión más vertical, que muchas veces facilita la toma de decisiones y agiliza la adquisición y adopción de nuevas tecnologías, ya que hay pocas involucradas en términos de riesgos de inversión. Según la Federación Nacional de Distribución de Vehículos Automotores (2021), la venta de maquinaria agrícola fue de 58.733 unidades, con un acumulado de los últimos 5 años de 239.094 unidades. Se estima que el mercado forestal representa solo entre el 1% y el 3%, lo que explicaría la falta de interés por parte de los fabricantes.

La búsqueda de datos ya es un gran desafío. Tenemos menos de una docena de grandes fabricantes en la zona y un centenar de pequeños fabricantes que compiten ferozmente por el presupuesto del sector forestal. La gran parte del mercado se concentra en los pequeños fabricantes. La silvicultura, desde la plantación del bosque hasta la cosecha, comparte el mismo problema, sin importar en qué parte del mundo te encuentres.

Las empresas buscan encontrar soluciones locales, que es el proveedor de servicios que generalmente atiende al sector metalmecánico o pequeños fabricantes de implementos y que están deslumbrados por esta oportunidad de expandir su negocio. Motivados por la explotación forestal para desarrollar soluciones, suelen dar un primer paso a través de un prototipo y, tras varias pruebas de errores y aciertos, pocas veces consiguen transformarlo en un producto comercial universal.

Algunas empresas subsidian estos procesos, tanto financiera como técnicamente, ya que se necesita conocimiento operativo técnico-científico silvícola para apoyar este desarrollo. Si bien esto ocurre, ya hemos observado, a lo largo de los años, que no es suficiente apoyar esta iniciativa. Por lo tanto, tenemos una falta de recursos financieros y, en consecuencia, de un nivel técnico de fabricación y diseño constructivo por parte de estos proveedores de soluciones, lo que se refleja en equipos con un bajo nivel de estandarización y tecnología, aunque se ha puesto todo el esfuerzo y motivación.

Las propias incertidumbres o pedidos personalizados de una misma empresa, o de empresas vecinas con una demanda operativa muy similar, acaban dividiendo aún más a este pequeño sector de proveedores, compitiendo por el mismo recurso y mercado. No es raro, en una misma empresa, encontrar en operación 30 o más equipos que, a pesar de haber sido fabricados por uno o dos proveedores, tienen diferencias tan significativas entre ellos, tanto que, por la introducción de tecnología, es necesario un cambio y una adaptación sustancial. Este hecho aumenta los costes, lleva tiempo y, muchas veces, hace inviable incluso la implantación en este equipo. Fácilmente, se hubiera solucionado con un proyecto de fábrica estandarizado y tecnológico.

La adaptación de implementos agrícolas para el sector forestal no es una tarea sencilla, pues existen características propias de cada sector que determinan la robustez, calidad, ingeniería constructiva y nivel tecnológico. Entre estas diferencias podemos mencionar la cantidad de horas utilizadas al año por los equipos, las condiciones del terreno, como la existencia de tocones y desechos , la topografía y la propia subcontratación.

En la dinámica de este desafío, tenemos 4 actores involucrados principalmente:

1. Empresas de celulosa y derivados de la madera: Por su concepción, las empresas del segmento forestal están enfocadas en su producto final, destinando la mayor parte de sus recursos a este fin. Uno de los factores que puede influir en esta reducción de inversiones al inicio de una implantación forestal es, probablemente, el ciclo largo, superior a los 6 años. Esta larga espera para la cosecha genera muchas incertidumbres para los inversores sobre las garantías de retorno. Preguntas que son difíciles de responder, dependiendo de variables como el clima, las plagas y enfermedades, la elección genética y la situación política y económica.

2. Proveedores de servicios: Cuando hablamos de proveedores de servicios, su core business también está en los objetivos de implantación y mantenimiento de bosques, no disponiendo de tiempo, recursos o personal calificado para el desarrollo de máquinas; sin embargo, debido a las dificultades ya expuestas, se puede ver la necesidad casi sine qua non de sobrevivencia para incursionar en estos caminos de desarrollo y manufactura. El resultado no siempre es el esperado y, por lo general, se cae en el mismo problema que los pequeños fabricantes de implementos.

3. Pequeñas empresas de implementos: Los pequeños fabricantes, pero no menos importantes y entusiastas del sector, son verdaderamente el puntal de la mecanización y modernización del bosque. Su tamaño y capacidad técnica están directamente relacionados con el apoyo financiero que se les dedica. Aunque en los últimos años hemos visto la entrada de nuevos fabricantes, también vemos a muchos fabricantes tradicionales abandonar el sector, desmotivados por la falta de inversión. Aquí, no solo estamos hablando de recursos financieros, sino también de conocimientos técnicos. En otras partes del mundo, como Europa, Estados Unidos, Canadá, entre otros, ya utilizan comúnmente el estándar ISOBUS comunicación, que permite la integración de tractor e implemento independientemente de la marca, ampliando la toma de datos de la operación. El mercado establecido, estandarizado por los grandes fabricantes de máquinas e implementos en Brasil, aún no logró implementar masivamente ISOBUS, debido a la legislación y estandarización de las fábricas. Entonces, imagine cuán tarde ocurrirá esto para los pequeños fabricantes.

4. Grandes fábricas de maquinaria agrícola y aprovechamiento forestal: Los grandes fabricantes, principalmente tractores, cosechadoras y autocargadores, intentan desarrollar productos basados ??en los buenos resultados y valores añadidos del aprovechamiento forestal. Sin embargo, desarrollar soluciones innovadoras, incluso con un mercado limitado, no es una tarea tan fácil, y esta acción es insuficiente para que suceda el anhelado bosque 4.0. Lo que hay que entender es que la velocidad de la demanda del mercado siempre va por delante de las inversiones, y esto se agrava en la época que vivimos, en la era de la información, del ahora.

Entonces, ¿cuál es la solución para superar estos desafíos? No existe una acción individual, ni una respuesta simple, pero creemos que una mayor sinergia entre los involucrados, grupos de estudio específicos, universidades y especialistas con los recursos financieros y técnicos adecuados encontraría la respuesta.

Finalmente, lo que podemos observar es que la distancia tecnológica entre los sectores agrícola y forestal ha ido disminuyendo cada año. Parte de esto se debe a las grandes inversiones que se están realizando en el sector forestal, con nuevas fábricas y ampliación de la producción. Aún con la competitividad del sector y la disponibilidad de información que tenemos hoy en día, con solo un click en la palma de nuestra mano, podemos verificar en cualquier sector o parte del mundo lo que está pasando en materia de novedades e innovación, haciendo de esto contribuye mucho a reducir esta brecha tecnológica entre los dos sectores, empujando el sector forestal a un nuevo nivel.