Me chame no WhatsApp Agora!

Susete do Rocio Chiarello Penteado

Investigador de Embrapa Florestas

OpCP70

El programa control nacional de la avispa de la madera

Una de las plagas más importantes y conocidas en el sector forestal, la avispa de la madera (Sirex noctilio), completó 34 años de registro en Brasil y sigue siendo protagonista en lo que respecta a las plagas que causan daños a las plantaciones de pino. Sin embargo, la alianza entre el sector público y el sector privado resultó en la creación y la ejecución de uno de los programas de manejo integrado de plagas forestales más exitosos y completos de nuestro país.

Programa Nacional de Control de la Avispa de la Madera fue creado en 1989 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, con el objetivo fundamental de proponer acciones para contener la propagación y los daños causados por esta plaga. Para dar apoyo financiero a este programa, en junio de 1989 también se creó el Fondo Nacional para el Control de Plagas Forestales, integrado por más de un centenar de empresas forestales vinculadas a la cadena productiva del pino.

Originaria de Europa, Asia y el norte de África, la avispa de la madera fue introducida en varios países, donde ha causado pérdidas económicas. Atraídos por las plantas estresadas, el primer registro en Brasil ocurrió en 1988, en plantaciones de Pinus taeda sin aclareo, ubicadas en los municipios de Gramado, Canela y São Francisco de Paula, en Rio Grande do Sul. Posteriormente, se registró su presencia en los estados de Santa Catarina (1989), Paraná (1996), São Paulo (2004) y Minas Gerais (2005).

Ataca a especies de Pinus, siendo Pinus taeda y Pinus patula las más susceptibles. Pinus elliottii, debido a su mayor contenido de resina, es generalmente menos atacado. Sin embargo, la práctica de la fundición de resina termina por hacer atractiva a esta especie.

Con respecto a los pinos tropicales, ya se han registrado ataques a todas las especies plantadas en Brasil. El daño está relacionado con el comportamiento de los insectos y la fisiología de los árboles.

Así, el ataque presenta una fase inicial de predisposición vegetal, cuando los árboles son dañados o estresados por factores bióticos y/o abióticos, seguida de una fase de refuerzo del estrés, que se produce cuando la hembra, al realizar la postura, inyecta una mucosidad fitotóxica y esporas de un hongo simbiótico, y, por último, la fase de desarrollo del hongo simbiótico, que servirá de alimento a las larvas de la avispa de la madera.

Todo este proceso culmina con la muerte del árbol, que puede ocurrir unos meses después del ataque.

Algunas condiciones, como la inadecuación de las prácticas silvícolas y, entre ellas, la demora o no realización de los raleos, han proporcionado un ambiente favorable para el desarrollo de la avispa de la madera y el aumento de su población. Sin embargo, aun en estas condiciones, si se planifican e intensifican las actividades de seguimiento y control, es posible minimizar las pérdidas ocasionadas por ello.

Se elaboró el Programa Nacional de Control de Avispa de la Madera contemplando acciones de manejo forestal, como medida para prevenir ataques; cuarentena y medidas legislativas para retrasar su propagación; monitoreo, mediante el uso de mapeo aéreo, instalación de árboles trampa y muestreo terrestre; medidas de control, con énfasis en el control biológico con el nematodo Deladenus siricidi cola y los parasitoides Ibalia leucospoides, Rhyssa Persuasión y Megarhyssa nortoni, además de actividades de transferencia de tecnología.

Programa Nacional de Control de la Avispa de la Madera es el control biológico mediante el uso del nematodo, que actúa esterilizando las hembras del insecto. Importado de Australia, se produce desde 1990 en el Laboratorio de Entomología Forestal de Embrapa Florestas. En 2018 se obtuvo el registro del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento bajo la denominación Nematec, como producto fitosanitario aprobado para uso en agricultura orgánica, por considerarse de bajo impacto ambiental y baja toxicidad. Nematec es el primer producto registrado en utilizar Deladenus siricidicola.



Nematec se produce entre marzo y agosto, y se envían dosis semanales de Nematec a los productores de pino que tienen la plaga en sus plantaciones, siendo cada dosis suficiente para tratar unos 10 árboles. Para la inoculación de Nematec en el árbol, se tala y, con un martillo especial, se hacen perforaciones a lo largo del tronco. La dosis se mezcla con un espesante (hidrogel) y se introduce en el árbol.

Durante el monitoreo de las plantaciones de pino, que puede iniciarse en febrero y debe finalizar antes de que finalice la producción de nematodos (agosto), para permitir el control de las áreas con Nematec, se planifica la cantidad de árboles a sembrar que se inocularán. con el nematodo. Se recomienda inocular al menos el 20% de los árboles atacados y, en estas condiciones, es posible alcanzar un nivel medio de control del 70%.

Además del nematodo, las avispas parasitoide Ibalia leucospoies y Megarhyssa nortoni, ambos también introducidos, ayudan a reducir la población de la plaga, pero son complementarios al uso del nematodo. El seguimiento y control de la avispa de la madera son actividades que forman parte del manejo de las plantaciones de pino por parte de empresas y productores forestales. Estas actividades son esenciales para mantener la población en niveles bajos de población y evitar pérdidas económicas.

El primer caso de éxito en el control de la avispa de la madera en Brasil ocurrió en el municipio de Encruzilhado do Sul en Rio Grande do Sul, en una plantación de 12.000 hectáreas de Pinus taeda, que tenía cerca del 30% de los árboles atacados. Las inoculaciones de nematodos se realizaron entre 1990 y 1993 resultando en porcentajes de parasitismo superiores al 90%, y en 1995 la presencia de árboles atacados fue insignificante.

Sin embargo, en la misma región, en 2018 se registraron rodales de pino con hasta un 70% de ataque. Las acciones previstas en el Programa Nacional de Control de la Avispa de la Madera han permitido mantener bajo control la población de avispas de la Madera en Brasil. Sin embargo, en cada nueva rotación de cultivos, es necesario establecer un seguimiento mediante el uso de árboles trampa, muestreo secuencial o muestreo sistemático.

En plantaciones mayores de siete años y cuando se identifique la presencia de la plaga, es necesario inocular el nematodo en al menos el 20% de los árboles afectados. De esta forma, es posible reducir las pérdidas provocadas por esta plaga y asegurar la productividad de las plantaciones de pino. Actualmente, en la mayoría de los lugares donde se está utilizando el nematodo, los resultados son muy satisfactorios, con porcentajes de ocurrencia de parasitismo superiores al 70%.