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Maristela Machado Araujo

Coordinador de la carrera de Ingeniería Forestal en Universidad Federal de Santa María

OpCP74

Especies nativas para la restauración forestal

El tema “La verdadera riqueza del sector forestal” es inspirador y lleva a reflexionar sobre el camino recorrido hasta ahora, cuando el cultivo de bosques se vuelve estratégico para la economía, aportando beneficios sociales y ambientales para nuestro país.

En el contexto global, el estatus positivo se produjo en respuesta a las condiciones ambientales de Brasil, el know-how en silvicultura del género Eucalyptus, y la evolución en el cultivo de los géneros Pinus, Corymbia, Acacia, Khaya y Tectona. Esto, en línea con la legislación y los intereses de las empresas, con énfasis en las certificadas, marca el estándar de responsabilidad que debe servir de referencia para otros sectores del agronegocio nacional.

Desde otra perspectiva, la riqueza forestal también está ligada a más de 7.000 especies arbóreas nativas con múltiples usos potenciales, que exhiben comportamientos específicos dependiendo del entorno. Entre los cientos de especies más conocidas en cuanto a uso y cultivo, Ilex paraguariensis, araucaria angustifolia, Anacardium occidentale, Bertholletia excelsa, Virola sunimensis, Copaifera langsdorffii, Handroanthus heptaphyllus, Cedrela odorata, himenaea courbari, utilizado en alimentación, fitoterapia, cosmética y madera. Miles más aún desconocen su potencial real y, en consecuencia, su silvicultura, a pesar de que ciertamente presentan beneficios indirectos.

En este sentido, buscamos llevar al lector a reflexionar sobre algunos factores importantes en el contexto del título propuesto:

a) En la COP21, Brasil se comprometió a restaurar y reforestar 12 millones de hectáreas hasta 2030, como beneficio para las economías bajas en carbono. economía;
b) El territorio nacional presenta ambientes contrastantes distribuidos entre las latitudes 5 grados Norte (Roraima) a 33 grados Sur (Rio Grande do Sul) y longitudes 34 grados Oeste (Paraíba) a 73 grados Oeste (Acre), cuyas variaciones climáticas, topográficas y edafológicas determinar la presencia y abundancia de especies;
c) La proporción del componente arbóreo en biomas y regiones fitoecológicas se caracteriza por la existencia y comportamiento de las especies, de manera que algunas se distribuyen en el espacio de forma más restringida (ejemplo: Neltuma affinis, Swietenia macrophylla), intermedio (ejemplo: Myrocarpus frondoso, blefarocálix salicifolius) o ancha (ejemplo: Cedrela fissilis, Anadenanthera colubrina);
d) Las especies presentan patrones de tolerancia a la disponibilidad de luz incidente y otras características, que las clasifican en un grupo sucesional (pionera, secundaria temprana, secundaria tardía, clímax);
e) La biología reproductiva de las especies determina las poblaciones genéticas.

En un primer momento, analizando el fomento de prácticas de restauración en Brasil, queda claro que las acciones se restringen a regiones específicas y por diversas razones, como la fuerza política de ciertos grupos internacionales y nacionales, la ocurrencia de desastres ambientales y, en algunos casos, por exigencias legales. Desde esta perspectiva, los cobros se regionalizan, y no a nivel nacional, desincentivando a los distintos sectores de la economía a actuar para “conservar y recuperar lo que poseen”.

Por otro lado, también es necesario reconocer que se han logrado avances, como respuesta al esfuerzo conjunto de universidades, instituciones de investigación, empresas, asociaciones y organizaciones no gubernamentales. Esto permitió desarrollar pautas generales importantes, pero deben adaptarse según el entorno (ubicación específica), es decir, no existe una lista de especies con una “receta de cómo hacerlo”.

Así, inicialmente, es necesario avanzar en el conocimiento de las especies forestales nativas y su cultivo con fines ambientales y/o productivos, en términos regionales y no generalizados. Además, es importante orientar esfuerzos hacia la selección de árboles padres en áreas mayores, con el apoyo de organismos públicos en las unidades de conservación, así como incrementar el número de árboles padres que componen los lotes de semillas, lo que brindará semillas y plántulas con mayor variabilidad genética.

La figura resaltada presenta un diagrama de silvicultura y consideraciones necesarias para la restauración. A partir de la parte superior izquierda se puede observar una condición del bosque ya entendida por silvicultura, que indica el bosque que se pretende mantener (conservar) o lograr (restauración ecológica). Este entendimiento expresa las bases iniciales para la selección de especies y su representatividad en términos de densidad (individuos por hectárea), frecuencia (distribución en el área), dominancia (metros cuadrados por hectárea), entre otras características autoecológicas.

A continuación se presentan las cuestiones forestales más limitantes que se deben observar detalladamente antes de realizar la restauración. En este caso, una serie de actividades predisponen la disponibilidad de semillas: fenología de fructificación (cuándo y cómo recolectar, por cuánto tiempo), velocidad en el procesamiento del fruto, seguido de su uso o almacenamiento. En cuanto a la disponibilidad de plántulas, es importante consultar previamente a los viveros de la región, ya que la inversión en producción es alta y muchas especies se producen en respuesta a la demanda, ya que dependen de la disponibilidad de semillas, porcentajes y uniformidad de emergencia. Finalmente, el establecimiento de plantas para una restauración ecológica efectiva presenta limitaciones en la fase inicial post-siembra, la cual está asociada a condiciones climáticas y meteorológicas extremas.

En esta última fase destaca la importancia de identificar el nivel de alteración o degradación del área, la posición geográfica y las principales variaciones climáticas, para seleccionar especies que sean más tolerantes a la cobertura inicial y planificar intervenciones post-siembra. En el Sur se destacan condiciones extremas, donde las heladas pueden incluso comprometer especies nativas pioneras, consideradas aptas para la restauración en la región (Turchetto, et al, 2020, en: Revista de Gestão Ambiental).

Los extremos meteorológicos durante los veranos calurosos también han reducido el establecimiento de plántulas, especialmente en regiones más continentalizadas, hecho que exige la identificación de especies tolerantes al estrés hídrico (Stahl, 2024, en prensa).

En este contexto, comprender la complejidad de cada etapa nos permite identificar brechas y la restauración de valor no como una acción aislada, sino como resultado de varias actividades interconectadas. La silvicultura de especies arbóreas nativas, a pesar de ser una línea de estudio encantadora, representa un desafío continuo para los profesionales que buscan la conservación efectiva de los bosques a largo plazo.

Finalmente, es fundamental resaltar la grandeza de quienes asumen el desafío, felicitando a investigadores, docentes, empresas y ciudadanos que participan en acciones de restauración y reforestación. Destaco a quienes deseen cultivar especies nativas, independientemente del objetivo (producción, obtención de carbono o créditos ambientales), la importancia de prestar mucha atención a la selección de especies, con una planificación previa para la obtención de plántulas, así como el manejo del área después de plantar.