En 2022, la superficie total de bosques plantados en Brasil con especies del género Eucalyptus fue de 7,5 millones de hectáreas, ocupando el primer lugar en el ranking mundial de productividad. El papel protagónico del sector forestal brasileño se debe principalmente a la adopción de buenas prácticas de manejo forestal, mejoramiento genético, condiciones edafoclimáticas favorables y, sobre todo, innovación.

Las plantaciones de eucalipto están presentes en todas las regiones del país, cubriendo diferentes altitudes, topografía, temperaturas medias anuales, precipitaciones y tipos de suelos. Esta variabilidad representa una gama de sitios con diferente potencial productivo, requiriendo condiciones específicas de uso y manejo para cada uno.

En Brasil, por ejemplo, hay trece clases de suelo, algunas de las cuales pueden clasificarse hasta el quinto nivel categórico, que comprenden una amplia variedad de ambientes de suelo que contienen suelos con diferentes grados de fertilidad natural, propiedades físicas y biológicas. Esta diversidad pone de manifiesto la necesidad de que el sector forestal gestione los bosques de la forma más específica posible, abordando todos los aspectos técnicos aplicables.

En este escenario, el camino para alcanzar los niveles de productividad potencial requiere un conocimiento profundo de las características específicas del sitio de cada región, lo que permite construir una estrategia sólida de manejo forestal. Además, es importante resaltar que una buena recomendación técnica debe estar respaldada por la calidad de las operaciones silvícolas para garantizar la asertividad del manejo forestal realizado. Es imperativo que las empresas dispongan de un órgano de gestión de la calidad de sus procesos, que asegure que la gestión recomendada se realiza con la eficacia y el rigor necesarios.

Juntas, estas prácticas conforman la gestión forestal de precisión, lo que resulta en una mayor productividad, menores costos, un mejor desempeño operativo y la sostenibilidad forestal. Así, la idea de que existe una “receta lista” para la silvicultura en Brasil está completamente en el pasado, ya que la variedad de ambientes requiere la diversidad de recomendaciones técnicas.

Muchas recomendaciones de manejo en plantaciones forestales aún se realizan considerando únicamente el manejo de la fertilización como una característica personalizada, a través de la definición de dosis promedio de fertilizante por sitio, generalmente definidas luego de análisis químicos y físicos del suelo.

Sin embargo, pueden y deben llevarse a cabo otras recomendaciones específicas del sitio, como la elección del material genético más adecuado para cada región, el espaciamiento de siembra considerando cada perfil climático, la fertilización calculada en función de la necesidad nutricional de cada material genético, el momento de fertilización para cada clon versus tiempo de siembra, insumos específicos para cada época del año, entre otras estrategias, constituyen las bases sólidas para alcanzar la productividad potencial.

Para alcanzar este nivel de rigor en las recomendaciones técnicas, las inversiones en investigación y desarrollo son esenciales para cualquier empresa forestal que busque competitividad y liderazgo. Aperam, líder mundial en la producción de acero 100% verde, certificado en carbono neutralidad y pionera en el desarrollo de materiales genéticos con alto potencial productivo y tecnológico, cuenta con una superficie sembrada de aproximadamente 76.000 hectáreas certificadas por instituciones reconocidas a nivel mundial.

La principal vena de la empresa es la innovación y siempre ha apostado por la investigación y el desarrollo forestal encaminados a una gestión forestal cada vez más precisa, personalizada y sostenible. Como resultado de estas inversiones, las recomendaciones técnicas son siempre robustas y sólidas y también buscan contemplar las oportunidades y tecnologías desarrolladas in situ. Actualmente, una de las oportunidades innovadoras que lidera la compañía es la aplicación de Biochar en plantaciones comerciales, como acondicionador e impulsor de suelos. de remoción de dióxido de carbono.

Se sabe que el clima es el principal responsable del contenido de materia orgánica en los suelos de las regiones tropicales, debido a las condiciones de altas temperaturas y precipitaciones. La agroindustria es responsable de cerca del 30% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero, por lo que las prácticas de manejo encaminadas a incrementar el stock de carbono en el suelo son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de la producción forestal.

Hoy, el biocarbón se aplica en los bosques de Aperam BioEnergia operativamente. Además de potenciar el secuestro de carbono, vemos otros beneficios generados por el uso de este producto como: la mejora de la capacidad del suelo para intercambiar cationes, mayor capacidad de retención de agua, mejora de la estabilidad de los agregados, aumento de la porosidad, aumento de la biomasa microbiana del suelo, mejor desarrollo de micorrizas, mejora del sistema radicular, entre otros. En este sentido, acciones pioneras como esta, apostando por recomendaciones técnicas de calidad que reflejen la realidad de cada región, sitúan a las empresas en altos niveles de excelencia y extremamente competitivos en el mercado.